27.9.11

Hipo I / Tocar es límite

Lola Martínez Ramírez, Madrid, Abril 2011           

“un cuerpo empieza y termina con otro cuerpo” 1

La RAE nos dice del tocar: “llegar a algo sin asirlo”. Tocar no es aprehender. El sentido del tacto está siempre en una invisible frontera, el límite.
Cuando una mano se desliza por un cuerpo, reconoce. Entramos en un mundo de textura, peso, de movimiento, arrastre y fricción, incluso de sonido, del roce entre la piel contra otra piel, o la piel con la piedra, mármol, madera… todos ellos nos acercan a una nueva pregunta sobre lo que es y lo que queda más allá de la forma aparente, una pregunta sobre la extensa naturaleza de un cuerpo.

Sin embargo, tocar no es exclusivamente reconocer “lo otro”. El mismo acto de tocar es una experiencia del límite, del límite entre dos cuerpos, y en este momento de “presente” o acto, surge ante todo nuestro propio cuerpo. La mano reconoce y se re-conoce.

El tacto recompone-reestructura el cuerpo, construye y habita los cuerpos en el espacio y en el tiempo.

Tocar es antes que nada habitarse, re-conocerse cuerpo, darse un nombre con gravedad y peso, concretar nuestro ser extenso (psiqué, ánima, logos…); darle un cuerpo, y ponerlo en relación, en contacto, con el mundo.

Tocar no es pensarse es descubrirse, construirse.

1. Nancy, Jean-Luc 58 indicios sobre el cuerpo. Ediciones La Cebra, Argentina, 2007.
Still de “Lo sguardo di michelangelo” de Michelangelo Antonioni (San Pietro in Vincoli, Roma, 2004).
Comentarios

Anthokosmos:
Muy comprometida la HipoTesis... ”Humano fronterizo” o “habitantes del límite” algunos conceptos de Eugenio Trías.

dAG: Por favor, no tocar
Después de observar, está el impulso de tocar y antes de tocar, el cartel “Por favor, no tocar”. Cuántas veces se ha visto frustrada esa necesidad de reconocer los objetos que nos rodean, de experimentarlos y obtener nuevas informaciones que la vista no aporta. Esta información es incorporada en diferentes obras contemporáneas. Richard Serra responde a la siguiente pregunta: “Sus obras de acero ¿son para tocarlas? -Si quieres tocarlas, tócalas.”

MonicaCerrada: Cruzar el límite
Tocar nos hace más conscientes de nuestro propio cuerpo. Sin embargo, a veces el tacto hace que te olvides de él. Sientes más lo tocado, te centras en ello. El tacto te hace conocer aquello de otra manera, refuerza otros sentidos. Pero no solo el tacto está en las manos.
La mano toca los límites de un cuerpo. Límite contra límite. ¿Hay unión sin límites?... Punto de unión. Contacto. Cuando tocar no es bastante... devoramos. Devorar es cruzar el límite.

Soledadcordoba: El “otro” creado
Un deseo enormemente profundo, un desenfreno obsesivo le llevó a pedir a su diosa Venus lo que ni siquiera era posible y esa misma noche el deseo abatió a su creación, la respiración nació de entre las entrañas níveas del marfil. Galatea prístina exhaló a su creador y Pigmalión se hizo “real”.
Los cuerpos transitan por los deseos, y las sensaciones los hacen conscientes al verse reflejadas en el “otro”.

Para más información: http://hipo-tesis.eu/numero_hipo_i.html
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