Daniel Esguevillas Cuesta, Madrid, Julio 2010
Efímeros o perennes, denostados o populares, copiados o ignorados, pero siempre futuristas. Los prototipos constituyen un rasgo intrínseco de la cultura industrial y su traslación a la sociedad postindustrial los convierte en potentes objetos mediáticos. En un mundo organizado como un sistema de objetos, los prototipos suponen valientes ejercicios de oportunidad donde conviven impulsos antagónicos de reafirmación y superación propositivas.
¿Pero qué influencia real ejercen más allá de su campo de aplicación? ¿Cómo afectan a la aceleración histórica del universo construido? En muchos casos los prototipos limitan su efecto a una espléndida disertación teórica o a una impresionante demostración práctica, sin integrarse en la matriz de impulsos y tensiones que estructura la sociedad, al menos en un primer momento. Porque posteriormente, casi todas estas entelequias realizadas se consagran como versiones actualizadas del oráculo de Delfos en las que los ciudadanos se interrogan sobre las incertidumbres de su futuro.
La inquietud por el mañana caracteriza parcialmente la evolución tecnológica, una carrera desenfrenada hacia el vacío y el absurdo como demuestran la bomba atómica o la destrucción medioambiental. En el camino quedan numerosos prototipos que anuncian un mundo mejor, más racional y eficiente, con un mayor aprovechamiento de los recursos en aras del inevitable progreso de la sociedad. Estos modelos idealizados sirven como referencia a infinitas derivaciones seriadas que extienden y popularizan los descubrimientos técnicos, aunque a menudo circunscritas al ámbito de la representación mediática.
El siglo XXI plantea grandes desafíos a la invención de prototipos, debido tanto a la sobreexposición pública al conjunto de la información como a la preeminencia de la comunicación instantánea. Por un lado, la accesibilidad inmediata a la práctica totalidad de la sabiduría divulgada sumerge las nuevas propuestas en un heterogéneo e indescifrable agregado de conocimientos, un complejo entorno de difícil navegación donde la educación constituye el único referente. Por otro, la transmisión digital permite superar la tridimensionalidad del espacio euclidiano, al desaparecer los umbrales de lugar y tiempo, generando un enorme potencial para el desarrollo de intensas relaciones topológicas que refuerzan el carácter anticipatorio de los prototipos y su decisiva contribución al ineludible cambio de la sociedad.
Comentarios
Abl: La casa del pasadoEn arquitectura y en obra civil, cada proyecto, cada construcción, es un prototipo, un ejemplar original, una obra única. No hay posibilidad de desarrollo posterior o de adecuación, ni de producción en serie. El aprendizaje que de él se extraiga no podrá aplicarse directamente, sino que influirá en todo caso en el siguiente proyecto, que con condicionantes, requisitos y motivaciones propias constituirá nuevamente una pieza única.
EGaliacho: Perímetro
He leído cinco veces este texto y no consigo construir una sola frase sobre él. Soy incapaz de atravesar su perímetro.
Citizen:¿un mundo mejor?
Para mí los prototipos han sido como normas dando el mínimo soporte para que cambie la cultura, la sociedad, la arquitectura. Se supone que su papel es el de “arreglar el mundo” intentando definir un futuro ideal, pero tampoco ha de tratárselos como la Biblia, no? Todos los prototipos parecen piezas de un puzle que todos fijan entre ellos que dan varias soluciones• You can use this solution a million times over, without even doing it the same way twice, dice el utópico Christopher Alexander.
Hipólito:
¿Es la Mona Lisa el objeto de arte prototípico de referencia? Quizás sí, si consideramos que es de las obras de arte más reproducida a posteriori por otros artistas.
¿Y en qué crees que consiste su carácter prototípico?
más información: http://www.hipo-tesis.eu/numero_hipo_e.html
Es interesante fijarse en la definición del término "prototipo". Una primera acepción nos dice que es el ejemplar más perfecto,sí, pero no olvidemos que la otra acepción define al prototipo como el ejemplar original o, para entendernos, "el primer molde".
ReplyDeleteAsí que no creo que debamos olvidar que un prototipo no deja de ser un primer intento.
Estoy contigo, a mi también me atrae más la segunda acepción. Un proto-texto despertaría las inquietudes que muestra el primer intento, es más operativo, que un texto con la otra acepción, casi paradigmático. ¿no?
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