5.11.11

Hipo H / Bloque latinoamericano


Horacio Sardín, Buenos Aires, Febrero 2011    

 La globalidad es un dato de la realidad. No verlo sería peligroso, por no comprender cómo funcionan los complejos procesos históricos. El avance de la planetarización de la civilización tecnificada e informatizada sobre la cultura, la que significa diversidad, a través de su poder político y sistema de control social, anuncia la asimilación y muerte cultural de lo diferente.




En la esfera cultural, se produce la pérdida de valores étnicos tradicionales, seguido por la internalización de la ideología del grupo de élite y la visión negativa del universo cultural propio. Esta realidad contundente diluye identidades, tiende a eliminar las particularidades regionales, afectando todas las expresiones de la vida, el arte, costumbres, la vestimenta, así como también la arquitectura.




Ante este escenario indiscutido, es importante saber cómo nos movemos en él. Es fundamental la construcción de un espacio cultural con la utilización inteligente de recursos culturales comunes latinoamericanos, no valorados plenamente en el pasado. Generar un bloque cultural regional latinoamericano, con producciones de gran calidad y compenetrados con nuestras raíces y problemáticas. Ante el influjo globalizante, es la única manera de resistir culturalmente, a partir de la creatividad, de forma positiva, sin diluir nuestras creaciones en un magma homogéneo y sin identidad.


El arma más importante es imponer nuestra diversidad. Tal vez un modo de crecer sea el de un trabajo subterráneo más próximo a nuestras raíces, más consciente de la capacidad económica y tecnológica de nuestras regiones, manteniendo nuestros propios ritmos, tiempos y valores.
Hay que tomar ciertos riesgos para lograr una identidad propia, sin complejos ni miedo a ser diferentes, todo lo contrario, descubrir fuerzas propias que sólo son nuestras en este lugar del mundo.


Ante la proclama arquitectónica universal, apoyada por las publicaciones y los medios, convertida en la universalización de una arquitectura (occidental y hegemónica), debemos batallar para el encuentro de la multiarquitectura y la pluriculturalidad arquitectónica, expresiones cabales de la auténtica riqueza regional. A partir del diálogo entre los distintos aportes y la renuncia de cada uno de ellos a aspirar a la totalidad, generando así un modelo de expresiones multidimensionales.


Esta búsqueda alternativa sólo se logra a partir de la fisión más que de la fusión, de la diversidad más que de la unidad de visiones y lecturas arquitectónicas, para una aproximación regionalista y descentralizadora.






Comentarios:
Joseant:  Reivindicación
Reivindico el concepto unamuniano de Intrahistoria, del profundo océano donde se acumula el poso de la tradición eterna del hombre: la Humanidad. Sobre cualquier oleaje, un hombre siempre se expresará a través de su íntima relación con el paisaje del cual ha salido. No creo, pues, que haya de tenerse miedo a una pretendida invasión global que nos anule y arrastre hacia un pensamiento único, que no existe, ni puede.


 Marcos:  La ciudad jardín

Discrepo de la necesidad de construir bloques de oposición o de resistencia al oleaje globalizador…, pero los mecanismos y herramientas propuestos para esta confabulación sí me parecen efectivos. Me parecen útiles desde la elección individual. Submarinistas y pájaros que esquivan la marea global. Pero no es ni bloque ni latino.
“Ahora las torturas se llaman «apremios ilegales». La traición se llama «realismo». El oportunismo se llama «pragmatismo». El imperialismo se llama «globalización». Y a las víctimas del imperialismo se las llama «países en vía de desarrollo».”
Eduardo Galeano, El Orden Criminal del Mundo, T.V.E.



M00

Resulta difícil definir ese límite entre la conservación y los regionalismos.
Atendiendo simplemente al sentido común y ejerciendo la responsabilidad social necesaria, trabajaríamos con los recursos del lugar y con las necesidades físicas y psicológicas de los habitantes. En ese construir para el que habita está la diversidad en la que también caben los hijos del progreso y la globalización.


Ramón

«(…) Si bien el fenómeno de la universalización es un avance de la humanidad, al mismo tiempo constituye una destrucción sutil, no sólo de las culturas tradicionales (…) sino también de (…) el núcleo creativo de las grandes culturas, ese núcleo sobre cuya base interpretamos la vida (…), el núcleo ético y mítico de la humanidad.»
P. Ricoeur, Civilización universal y culturas nacionales (Evanston, 1961).






Para más información: http://hipo-tesis.eu/numero_hipo_h.html
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